En una rueda de prensa con un tono de preocupación palpable, el presidente saliente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Cumaná, Miguel Pazos, ha hecho una seria advertencia sobre el estado económico de Sucre. En sus declaraciones, Pazos rememoró una época dorada en la que el sector pesquero generaba hasta 600 millones de dólares para la región. Sin embargo, contrastó esta cifra con la realidad actual, donde apenas se alcanzan los 40 millones de dólares.
«Recordamos con nostalgia cuando comprar una caja de catalana significaba llevarte otra gratis. Ahora, incluso la sardina, una proteína asequible, es difícil de adquirir», lamentó Pazos.
El presidente saliente también arremetió contra las deficiencias en los servicios públicos y los cobros injustificados. Criticó la opacidad en los cálculos de costos y exigió transparencia. «Las empresas formales no deben cargar con el peso de la incompetencia gubernamental», afirmó con firmeza.
Pazos subrayó el impacto negativo de la migración hacia la informalidad, señalando la pérdida de ingresos fiscales para el Estado. A pesar de las potencialidades de la región, insistió en la urgencia de medidas que impulsen su desarrollo económico.
«El compromiso gubernamental es fundamental para el progreso. Sucre aún carece de infraestructuras básicas, como una autopista que la conecte con el resto del país», recordó Pazos.
El presidente saliente consideró que la falta de servicios públicos eficientes y los problemas en el sistema de salud obstaculizan cualquier intento de declarar a Sucre como una zona económica especial, ya que no resulta competitiva en su situación actual.
Por último, Pazos expresó su agradecimiento al equipo y la comunidad por su apoyo y determinación para seguir trabajando a pesar de las adversidades económicas que enfrentan.
Con información Víctor Federico González // Corresponsalía lapatilla.com
