La Semana Santa desató una marea de más de 70 mil visitantes hacia el estado Sucre, reveló el gobernador Gilberto Pinto en un reciente comunicado. Una oleada de entusiastas del sol y la arena que colmó hasta el último rincón, llevando la ocupación hotelera al máximo en destinos emblemáticos como Carúpano, Araya y Mochima.
Desde los confines de Monagas hasta las calles bulliciosas de Caracas, los temporadistas acudieron en masa, buscando el refugio de las cálidas playas y el encanto natural que ofrece la región oriental. Una muestra del atractivo indiscutible que posee Sucre para propios y forasteros por igual.
El gobernador no escatimó al destacar la diversidad de opciones que aguardan a los viajeros intrépidos. Más de 100 playas, verdaderos tesoros de arena blanca y aguas cristalinas, se abren al disfrute, mientras actividades culturales, recreativas y deportivas aguardan en cada esquina, desde los remansos de los ríos hasta los refugios marinos de los balnearios.
Pero no todo reside en la naturaleza. La riqueza histórica, religiosa y gastronómica de Sucre se alza como un faro para aquellos que buscan una experiencia completa. Desde los vestigios de antiguas civilizaciones hasta las tradiciones culinarias que hablan del mestizaje venezolano, cada rincón es una ventana al pasado y al presente de esta tierra acogedora.
Sin embargo, en medio del bullicio y la alegría, la seguridad es una prioridad. Más de 8,300 funcionarios de diversas instituciones se desplegaron estratégicamente por todo el territorio sucrense, velando por la tranquilidad y el bienestar de quienes eligieron este destino para su descanso. Un esfuerzo conjunto que garantiza que cada visitante pueda disfrutar de unas vacaciones libres de preocupaciones.
Con información del EL UNIVERSAL.